La industria del packaging facturó 29.750 millones de euros en 2020, lo que supone un 3% menos que en 2019 debido a un menor consumo durante la pandemia. El Packaging de un producto es la primera toma de contacto del cliente con tu marca. Los diseños van desde algo sencillo hasta autenticas obras de arte.
En cualquier caso, tu producto y tu marca se merece un envase a la altura. No es lo mismo una linea sencilla de cosméticos que tiene como eslogan (por ejemplo) «Para cuidarte solo necesitas empezar a hacerlo» que deja bastante claro que el objetivo es simple, cuidarte, que una marca de vinos que esta empezando y quiere romper con la idea de «este producto esta enfocado a gente adulta y con cierto poder adquisitivo». El packaging deberá ser diferente
No todo vale y no se puede aplicar el mismo envase al producto de cosmética que al producto de los vinos. Y explico el porque con nuestros propios diseños de packaging
En el primer caso, la sobriedad y el mensaje de «lo único que necesitas es…» deja bastante claro que debe ser algo sencillo, que destaque del resto de marcas y que tenga como objetivo resaltar la importancia del mensaje. Es decir, si mi eslogan comunica que lo único importante para cuidarse, es empezar a hacerlo, el envase debe comunicar el uso de cada producto, sin dar muchas vueltas ni ser excéntrico, no podremos usar colores neones si lo que queremos es resaltar la sencillez de comenzar con algo, lo fácil que es ese algo y que complicarse no es necesario para comenzarlo.
Por ejemplo, estas dos lineas de packaging serian perfectas:


La idea de un producto como este es eso, sencillez y claridad.
En el caso del vino, estamos hablando de una marca joven, disruptiva, que rompe con lo establecido, como diciendo «el vino era para un público X, hasta ahora.» Nosotros somos ese hasta ahora y hay que dejarlo claro en el envase con un buen packaging y en el contenido. De nuevo el producto tiene que ser claro, es decir, el consumidor tiene que, a golpe de vista rápido, entender que lo que vendemos es vino, pero a la vez este tiene que destacar del resto.
Ejemplifico:

Siguiendo con la tónica del mensaje, deberíamos tener claro que lo básico para un buen packaging (y que no te engañen) es:
- Qué vendemos
- A quién se lo vendemos
- Qué queremos decir
- Competencia
- Diseño único
Packaging. ¿Qué vendemos?
La primera pregunta que deberíamos hacernos siempre que empecemos a buscar el packaging perfecto es ¿Qué producto tengo?
Una vez que tengamos la respuesta tenemos que tener claro la premisa, el envase debe dejar claro y con tan solo un vistazo que vendo, y por supuesto, destacar del resto. Si tienes por ejemplo una pastelería o una cafetería en malasaña (y suponiendo que conozcas el público objetivo de esta zona), tus envases deberían ser ecológicos, transmitir la sencillez de un producto de calidad, vendemos justo eso, calidad. Y por si fuera poco, cuidamos el medio ambiente mientras lo hacemos, y además, te lo ponemos fácil, por este mismo motivo, el envase debe transmitir exactamente lo mismo, sencillez, ecológico, calidad, y fácil.
Por ejemplo:

Esta claro que con este envase lo pones fácil, los colores (y materiales) transmiten la sensación de ser ecofriendly y el diseño es simple pero directo, tengo estos productos, la caja, el café y el bollo. Esa es la idea que se tiene que generar en tus clientes (recurrentes y sobretodo potenciales)
Packaging. ¿A quién se lo vendemos?
Tenemos claro el producto que tenemos, ese es el primer paso. Ahora bien, ¿Quién quiere mi producto?¿Qué tipo de persona compraría lo que vendo? Y más importante aún. ¿Que haría que comprara mi producto y no el de la competencia?
Siguiendo esta idea pongamos un par de ejemplos, empezamos con cerveza artesanal… Mi cliente quiere un producto único, un producto de calidad y que predomine ciertos matices o materias primas que destaquen del resto. En este mundillo hay mucha competencia y ser directo es un valor añadido. Por eso mismo crearemos un envase que envíe un mensaje. Tengo cerveza artesanal, de esta variedad y a este precio. Sin complicaciones.

Por el contrario, supongamos que tengo una tienda de fragancias o cuidado personal, bien.. Acabo de sacar una linea de naranja y quiero que toda persona que pase por la puerta vea y sepa reconocer el producto que acabo de lanzar. Mis posibles clientes son gente que tiene una forma de cuidarse especial, se miman. Por ello mi producto y en este caso concreto, mi nuevo lanzamiento, tienen que dar a entender eso, hay que destacar y priorizar este concepto sobre todo lo anterior y suponer una diferencia para aquellas personas que busquen un cuidado mas personalizado. No estas vendiendo un olor, estas vendiendo una experiencia. Un packaging para cada producto dentro de tu empresa hará que se diferencien unos de otros.

Packaging. ¿Qué queremos decir?
Obviamente nuestro mensaje es ¡Cómprame a mí! Okay, en eso estamos totalmente de acuerdo. Pero el cliente objetivo aún no está enamorado de tu marca, en ese caso ¿Qué le digo?.. Pues sería algo tal que así:
«Aquí estoy yo y esto es lo que ofrezco. Soy un producto único e inigualable y lo estás viendo sin tan siquiera abrir el envase. Te transmito seguridad y confianza y aún ni me has probado. Este producto soy yo y soy tu mejor opción. «
¿Suena bien, verdad? Pues esta idea solo la puede transmitir el mejor packaging posible para cada producto, por ejemplo, en el caso de perfumes, el planteamiento sería tal que así:
Nos dirigimos a gente joven, para él y para ella, pero que quede claro que pertenecen a un mismo fabricante, tiene que ser directo, tiene que ser vistoso y por supuesto, hay que marcar distancias con el resto de productos que están en la misma vitrina. Voilá

Packaging. Competencia
Las empresas contra las que compito destacan por su imagen, o tienen ciertos clientes afianzados. No logro separar esa idea y crear un concepto que diga «aquí estoy yo».
Perfecto, pues en primer lugar tienes que entender que hace la competencia para que funcione, pongamos un ejemplo en cuanto a marcas de pintalabios (industria que gasta muchísimo en publicidad).
Competencia:

Vemos que destacan el producto, el color y las variedades del mismo con un fondo muy neutro para que nos centremos en lo que tenemos delante… Perfecto, ya sabemos que hace la competencia.
Pues si esto funciona podemos seguir la tónica, hay veces que es imposible inventar nada nuevo, pero si mejorar lo inventado, por lo tanto siguiendo el concepto de nuestros competidores, vayamos a por más.

Pues ahora nosotros tomamos el mismo concepto y lo mejoramos, destacando los colores, el envase se mantiene igual en todos los formatos siendo el anillo que une la tapa con el mismo el que nos indicará el color, el anuncio y el mensaje que transmitimos es lo que hará que un cliente se decante por nosotros, aquí decimos, ten esta gama de productos, ¿porque centrarte en una sola cosa, si con nosotros lo tendrás todo?
Packaging. Diseño único.
Al final lo que buscamos cuando creamos un envase para un producto es destacar del resto, informar que lleva dentro y atraer las miradas, pero debemos seguir la tendencia que lleve dicho producto (si amigos, incluso para esto hay modas) rompemos con todo manteniendo un punto en común, nuestro mensaje debería comunicar algo tal que así:
Tenemos esto y te lo vendemos, somos diferentes al resto, somos únicos y originales. No vas a por un producto más, vas a por el mejor.
Al final todo se resume en crear algo tan igual y tan distinto a la vez que el propio cliente centre su mirada en nuestro packaging, porque opciones tendrá miles, pero ninguna ofrece lo que nosotros.
Por eso mismo somos X empresa, porque lo que hacemos no tiene nada que ver con lo que se hacía hasta ahora.

Y con este último ejemplo me despido, al final lo más importante es destacar. Si quieres que tus productos destaquen tanto por diseño como por materiales y calidad en el packaging no dudes en contactar con nosotros, nuestros profesionales llevan más de 28 años creando lideres de marcas. Y ahora tú también puedes serlo.
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